Nueva remesa de articulillos independientes de Antonio Balsalobre

Dos Estados

Israel apela a su legítimo derecho a defenderse frente a los ataques palestinos. Y nada habría que objetar a esta apelación si no fuera porque gran parte de lo que defiende es robado, confiscado, expropiado por la fuerza e ilegítimamente al pueblo palestino. Dicho esto, de ningún modo se puede justificar el lanzamiento de cohetes y morteros por parte de Hamás ni los bombardeos aéreos y de artillería israelíes que solo provocan más derramamiento de sangre, más terror y destrucción en la zona, sobre todo en Gaza, bloqueada y martilleada, donde ya han perdido la vida decenas de niños y niñas palestinos. Lamentablemente, la solución al conflicto, que no puede ser otra que la de los dos Estados, dos países libres e independientes, Israel y Palestina, parece cada día más lejos. Por lo menos mientras Gaza siga en manos del integrismo de Hamás e Israel bajo la bota del ultranacionalismo más ortodoxo.

Cuando el verbo se hace carne

Participé el sábado pasado en la Feria del Libro de Caravaca. En una mesa redonda que moderaron Juani Marín y Gloria López, libreras, editoras y fundadoras del Club de Lectura ‘Rosas negras’. El título de la charla-coloquio era sugerente: ‘El libro: escribir, editar y leer’. Sobre la escritura algo dije, de la edición, bastante menos, que en esa faceta el especialista es mi amigo Fernando Fernández Villa, editor de Alfaqueque. De la lectura, en cambio, conozco algo más. Es una pasión que cultivo desde niño. Sé por ejemplo que sin ella difícilmente podría haber escritura, porque es el pan del que se alimenta. Sin ir más lejos, para armar mi última novela ‘Maryam de Siyasa’ son muchos los libros que he ido leyendo a lo largo de mi vida y que de algún modo se condensan en ella. Que además se haya editado, es el culmen. El verbo hecho carne. 

Recuperación

Ojalá fuera verdad. Pero escarmentados de tantos buenos propósitos habrá que verlo para creerlo. Tras el despiadado 2020, la economía española poscovid estaría rebotando. No es que vayamos a atar los perros con longanizas pero hay señales, datos positivos, que señalan que a un invierno crudo le puede seguir una primavera más benigna. Pese a las inclemencias del tiempo, siempre amenazante, el Gobierno ve rebote en mayo y aceleración en los próximos meses cuando llegue la temporada turística y España se ponga en marcha. ¿Estamos ya ante un cambio significativo en el estado de ánimo de los agentes económicos? Eso se dice, eso parece, eso palpan algunos expertos. ”La recuperación” de la economía española “va a comenzar en la segunda mitad del año”, apunta la vicepresidenta Nadia Calviño. Ojalá sea así. Y ojalá sea para todos, especialmente para los que más han sufrido esta pesadilla.

Centro de gravedad

Martes 18 de mayo. Escucho a Battiato emigrado a otros mundos mientras veo imágenes del ejército desplegándose para controlar Ceuta tras la entrada de más de 8.000 inmigrantes. “Nómadas” que a nado buscan, como en su canción, “los ángulos de la tranquilidad en otras nieblas, en otros claroscuros”. Nómadas que sorteando muros, saltando vallas, van “buscando la paz del crepúsculo” en su camino. Música, letra, imágenes, todas confundidas, que me producen un profundo desgarro interior. Luchan en mí el “homo politicus” que ve detrás de esta oleada una odiosa maniobra política de Marruecos y el “homo a secas” que se enternece ante la desesperación y el coraje de unas personas en busca de una vida mejor. Y mientras suena la música yo también busco desesperadamente, como el músico siciliano, mi punto de equilibrio: “un centro de gravedad permanente/Que no varíe lo que ahora pienso de las cosas, de la gente”.

 

 

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